Cuando aún las plantas más sativas y tardías de nuestros jardines y guerrillas están en floración y las variedades más tempranas ya en el secadero o curándose, es un buen momento si nuestro clima lo permite para plantearnos un cultivo invernal y poder seguir disfrutando con una planta que tantas alegrías nos da durante los meses de verano, tanto viéndolas crecer, como florecer y como no cosechando nuestros buenos y resinosos cogollos. En este post os daremos algunos consejos para que cultivar fuera de temporada sea igual de sencillo que en verano y saques el máximo partido.
Lo primero que debemos tener en cuenta es que dependemos al 100% de las condiciones climáticas de nuestra zona, siendo muy sencillo por ejemplo cultivar en el sur de España y bastante complicado en el norte peninsular donde pasan días y semanas sin ver el sol (sé de lo que hablo). Aunque hay algunas variedades súper resistentes a climas fríos, por lo general con temperaturas inferiores a los 10º la marihuana tiene grandes dificultades para sobrevivir como habrá podido comprobar algún intrépido e ingenuo cultivador, así que ante todo veamos si nuestro cultivo puede llegar a ser viable o de otro modo nos tenemos que esperar a que las condiciones sean mejores y nuestros intentos no sean una pérdida de tiempo y dinero.
Aunque a la hora de cultivar en exterior fuera de temporada se puede partir tanto de semilla como de esqueje, os recomendamos éstos últimos puesto que cuentan con la ventaja de estar desarrollados y las semillas por el contrario no gozarán de las mismas facilidades para salir adelante y conseguir un buen crecimiento. Cultivar en invierno cuenta con la ventaja de que un fotoperíodo diurno tan corto a los esquejes florecer tan pronto los pongamos, mientras que las semillas comenzarán a florecer en cuanto alcancen la edad sexual adulta, sobre las 4-5 semanas desde su germinación. La mejor opción pasa por tener un pequeño armario interior donde podamos dar un buen crecimiento a nuestras semillas o esquejes antes de plantarlas en exterior, consiguiendo así ejemplares con un mejor tamaño y una mejor producción.
Como ya dijimos anteriormente, el frío es un factor determinante, así que si podemos montar un pequeño invernadero, nuestras producciones en algunos casos pueden ser comparadas a las de verano. Estos espacios deberías tener preferiblemente orientación sur y estar al resguardo de los vientos del norte. Lo creamos o no, un par de grados que ganemos en nuestro invernadero nuestras plantas lo agradecerán. No necesitamos un gran artilugio ya que el tamaño de las plantas también lo podremos escoger nosotros o simplemente doblarlas. Con alturas de 1 metro o metro y medio es más que suficiente y si podemos montar un sistema de iluminación básico con unas simples bombillas de bajo consumo, ganaremos unos valiosos centímetros que repercutirá en la producción final.
Si no usamos invernaderos, estamos expuestos a que cualquier helada repentina, tormentas o granizos pongan en peligro nuestras plantas, éso es algo que cada cultivador conoce mejor que nadie, cada zona tiene unas condiciones que cualquiera que lleve años viviendo allí podrá más o menos intuir y adelantarse a los acontecimientos, como poner las plantas a resguardo o esperar al mes más apropiado ya que el invierno es muy largo y permite varias cosechas.
Cultivar marihuana en invierno, implica también tener que usar muchos menos abonos. El crecimiento es menor y por lo tanto también lo es el consumo de nutrientes. Con temperaturas bajas o grandes variaciones de grados entre el día y la noche, las plantas tienen más dificultad para asimilar, entre otros nutrientes, el Potasio. Las plantas comenzarán a mostrar tonos morados en las hojas realmente espectaculares, nada grave teniendo en cuanta en las fechas en las que nos encontraremos, pero algo a tener en cuenta pues puede influir negativamente en la producción de cogollos sin el tema viene por temperaturas excesivamente bajas. Los aromas y sabores se intensifican a causa del frío como podremos comprobar si usamos un esqueje de la misma variedad en invierno y en verano, y la proporción de cantidad de resina es mucho mayor, con unos tricomas de mayor tamaño. Ya sabemos que la producción de resina en la marihuana también obedece a un sistema de autodefensa ante condiciones climáticas adversas.
A la hora de escoger nuestras variedades, buscaremos preferiblemente las de floración rápida y que encontraremos principalmente en genéticas que contengan afganas o pakistaníes como Skunk, Critical + o Green Poison u optar por bancos canadienses como Next Generation Seeds puesto que son variedades criadas en climas fríos. Si nos queremos decantar por algunas sativas tampoco es impedimento y plantas como Super Lemon Haze o Mexican Sativa nos pueden venir muy bien, teniendo en cuanta de que si su floración es muy larga y la plantamos demasiado tarde, correrían el riesgo de revegetar en primavera cuando el incremento de horas de luz sea mayor. Pese a que todos pudiéramos pensar que las variedades autoflorecientes son la mejor opción para cultivos invernales o fuera de temporada, personalmente os recomiendo cultivarlas cuando las horas de luz disponibles sean mayores y podamos sacarles el máximo partido, es decir de abril a agosto. Conviene aprovechar al máximo lo que nos ofrece el mercado y las autos nos ofrecen unas ventajas únicas en los meses de verano, pero en invierno cualquier otra variedad nos irá mejor al florecer forzada por el fotoperíodo natural. Desde septiembre hasta marzo, es buena fecha para realizar cultivos invernales, así que aprovecha y realiza varios cultivos escalonados que te permitirán un buen suministro hasta la cosecha de la próxima temporada.
Una vez comenzado el cultivo, pocas diferencias encontraremos con cultivar en verano aparte de las mencionadas, con el plus de que en invierno no sufriremos el ataque de plagas o éstas pueden ser muy ocasionales. También nos conviene usar preventivos contra los hongos, ya que a diferencia de los insectos, el frío y las altas humedades no les afecta si no todo lo contrario. BOTRYBEL de Probelte nos garantizará unas plantas libres de hongos como botritis, además de aportar estimuladores del crecimiento para una mayor fortaleza y desarrollo. Las cosechas serán menores porque las horas de sol también los son, pero las satisfacciones son comparables y disfrutaremos viendo nuestras plantas con espectaculares tonalidades moradas, púrpuras o negras y unos aromas más sutiles y embriagadores.
Y con todo ésto, nuestro consejo es que en invierno no te quedes en casa y disfrutes cultivando tus variedades preferidas que encontrarás en Cannabislandia. No te pierdas nuestros próximos post que esperamos te ayuden a convertirte en un mejor cultivador.
Foto/s: Markoni