Según cuenta la leyenda, el dios Quetzalcóatl bajó de los cielos para transmitir sabiduría a los hombres y les llevó un regalo, la planta del cacao. Los otros dioses no le perdonaron que diera a conocer un alimento divino y se vengaron desterrándolo y expulsándolo de sus tierras. Lo cierto es que este placer de los dioses es uno de los mayores pecados de los mortales.
La semilla del cacao, con la que se elabora el delicioso chocolate, contiene manteca de cacao, proteínas, celulosa, almidón, pentosanos, taninos, agua, oligoelementos, sales, ácidos orgánicos y esencias, teobromina, azúcares y cafeína, además de muchas sustancias importantes como la anandamida, arginina, dopamina, epicatequina, histamina, magnesio, serotonina, triptófano, feniletilamina, polifenoles, tiramina, salsolinol y flavonoides.
El chocolate tiene un efecto estimulante en gran medida debido a la teobromina, un alcaloide que produce un aumento del nivel de serotonina y dopamina, dos neurotransmisores que transmiten información a las neuronas. Además, la epicatequina es un potente antioxidante y podría reducir el riesgo de las cuatro enfermedades más comunes de occidente: derrame cerebral, ataque cardíaco, cáncer y diabetes.
Otro de sus compuestos, la anandamida, es un compuesto químico orgánico que forma parte de una misma clase de mediadores lipídicos conocidos como endocannabinoides. También es un neurotransmisor que imita los efectos de los compuestos psicoactivos presentes en la marihuana, los cannabinoides. Quizá ya ahora vayas comprendiendo el por qué una onza de chocolate es un verdadero placer y no sólo para las papilas gustativas sino que el organismo responde a él como lo podría hacer la marihuana.
La marihuana no necesita presentación. Los cannabinoides activan nuestro sistema endocannabinoide de manera muy similar a una llave en una cerradura, modulando diversas funciones fisiológicas de nuestro organismo como la percepción del dolor, la inflamación, la toxicidad, el traumatismo neuronal, el aprendizaje, la memoria, el control de las emociones, el control del humor, gestión del estrés, el apetito, la ingesta de alimentos, la homeostasis energética… además de la mediación de diferentes procesos a nivel neuronal, cardiovascular, digestivo, reproductivo e inmunológico.
Los efectos más significativos y lúdicos, son la estimulación o relajación dependiendo en gran medida de los ratios THC:CBD. Los efectos terapéuticos son mucho más amplios, siendo probada su eficacia para tratar casos de epilepsia, encefalopatías epilépticas, esclerosis múltiple, desórdenes de ansiedad, esquizofrenia, náuseas, diabetes, alcoholismo, trastorno de estrés postraumático, artritis reumatoide, enfermedades cardiovasculares,entre muchas otras, además de poseer propiedades ansiolíticas, analgésicas y calmantes.
Ahora que se acercan las navidades, nada mejor que disfrutar de estos dos placeres de una manera sabrosa y saludable, ideal para sorprender a amigos y conocidos, además de ser una muy buena alternativa al consumo de marihuana evitando los gases nocivos de la combustión. Tan sólo tardarás unos 20 minutos en tener unos deliciosos y potentes bombones de marihuana
Para la mantequilla de marihuana te recomendamos que pinches aquí y visites nuestra receta que tanto usamos en otros post de cocina cannábica.
En un bol fundimos el chocolate. Podemos hacerlo en el microondas o al baño maría. Cuando esté líquido, y con cuidado para evitar que no se nos queme por exceso de temperatura, añadimos la leche y removemos hasta homogeneizar la mezcla. Añadimos la mantequilla de marihuana, el azúcar y removemos de nuevo hasta mezclar todos los ingredientes.
Debemos contar con un molde, nuestro consejo es que sea uno de silicona y con huecos pequeños. En este punto podemos rellenar los bombones de marihuana con frutos secos, pequeños trozos de fruta escarchadas o cualquier cosa que se te ocurra. Añade una base de chocolate en los moldes, añade el relleno si quieres, y llena con más chocolate hasta cubrir todo el molde.
Tapa bien la superficie del molde con papel film y mételo en la nevera a enfriar. Pasadas unas 24 horas, los bombones están ya listos para desmoldar y disfrutar. Puedes rebozarlos en cacao en polvo, virutas de chocolate, coco rallado, peta zetas… el chocolate a fin de cuentas combina a la perfección con cualquier ingrediente.
Como siempre que se trata con marihuana ingerida, os recomendamos mucha precaución, el cannabis ingerido suele tardar más de una hora en hacer efecto. Haz los bombones de pequeño tamaño y no conviene comer en exceso. Una vez calculada la dosis ideal, es muy fácil adecuar la cantidad de mantequilla en la receta o hacer los bombones del tamaño ideal para conseguir un buen viaje.