Si existe una variedad deliciosa, ésa es sin duda alguna la marihuana Blueberry. Su nombre significa en inglés arándano, y es exactamente el motivo de su nombre, pues si por algo destaca esta genética es por su increíble sabor a arándanos junto con al color azul-morado de sus cogollos en floración.
En la década de los 70, un joven cultivador llamado DJ Short, tras estudiar biología y psicología cognitiva decide hacer un cambio radical en su vida, dedicándose a la cría de variedades de cannabis y el desarrollo de nuevos híbridos. Comienza a trabajar con multitud de razas en su mayoría sativas exóticas de Colombia, Panamá, México y Tailandia, tanto en interior como en exterior, buscando los rasgos que deseaba conservar. Con cultivos de cientos de plantas de semejante calidad, cuando se sabe lo que se hace y lo que se busca, encontrar lo que se desea es más fácil si además se cuenta con el don divino de la intuición.
Ni que decir tiene, que muestrea un gran número de plantas hasta que encontró lo que estaba buscando. En sus propias palabras, una planta de cada cien crecido lleva los rasgos que él estaba buscando y entonces no era todavía el asunto complicado de trabajar con las plantas que son naturalmente propensos a hermafroditismo, como la mayoría de las sativas puras son hasta cierto punto. Sus esfuerzos finalmente fructificar y dar a luz a algunas de las cepas más respetados en el mundo de hoy.
El primer gran descubrimiento de ‘el corto’ fue una hembra thai que llamó Juicy Fruity Thai, una potente sativa tropical muy dulce y un colocón intenso y limpio que se prolongaba durante varias horas. El segundo descubrimiento una hembra Purple Thai, una genética desarrollada en Oregon, Ohio, cruce de una potente Highland Oaxaca Gold (HOG) y un macho Chocolate Thai muy especial. Este híbrido destacó por su color muy oscuro y que adquiría tonos purpúpeos cuando las temperaturas disminuían un poco y de potencia y sabor comparables a la Juicy Fruit Thai. Con estas dos sativas de la vieja escuela son pieza fundamental de todo el trabajo de DJ Short como más tarde veremos.
Con estas poderosas dos hembras, la elección de un buen macho debe ser igual de cuidadoso y para lo que DJ Short opta por una potente índica afgana que consiguió en 1979 gracias a algunos cultivadores de California. Por aquellos tiempos las índicas no eran plantas que llamasen la atención, aunque pronto se pudo comprobar como mediante la combinación de índica con sativa reducía de manera muy considerable los tiempos de floración de las sativas de la vieja escuela que dominaban en aquella época los cultivos. Pese a que por aquellos años la aparición de híbridos índicos dieron fin a la era de las líneas sativas que ha llevado a la desaparición de muchas genéticas, lo cierto es que también abrió un nuevo mundo para cultivadores de todo el mundo, que comenzaban a disfrutar de variedades de marihuana de muy fácil cultivo y sabores, potencias y efectos no conocidos hasta la fecha.
De estas plantas índica de crecimiento muy uniforme, tamaño pequeño, estructura de abeto, con tallos gruesos y hojas anchas, también destacaban por el color verde oscuro, internudos cortos y cogollos muy densos, nada que ver con las sativas acostumbradas a cultivar. Aunque carecían lógicamente de la potencia y los efectos que primaban, siempre psicodélicos, permitió el desarrollo de híbridos de reducían los enormes tiempos de floración de la época.
Con esta índica afgana, la Juicy Fruity Thai, la Purple Thai, su intuición y sus conocimientos en cría gracias a los estudios de biología y la propia experiencia, no tardarían en ver la luz sus dos genéticas más conocidas, la Blueberry y la Flo. La Flo la descubrió en los cruces iniciales entre Purple Thai y el macho afgano, mientras que para la Blueberry cruzó las líneas anteriores con un híbrido Juicy Fruity Thai/afgana. Estas variedades no tardarían en ser codiciadas por cultivadores de EEUU por su sutileza y potencia.
A principios de los años 90, DJ Short viaja a Europa para trabajar para el banco de semillas Sagarmatha, propietario de Tony, extrabajador de Sensi Seeds y exsocio de Simon (hoy propietario de Serious Seeds) en Cerebral Seeds. Llegan a un acuerdo tanto para que venda lotes de semillas de DJ Short como para que las use para realizar sus propios trabajos, llegando a producir juntos Blueberry, Flo y Blue Velvet. Graves problemas entre los dos tiempo después terminaría con la relación con acusaciones dignas hoy del mejor programa de salsa rosa. En la actualidad aún se pueden encontrar en Sagarmatha varias genéticas de aquellos años como Blueberry Bud.
Más tarde DJ Short llegaría a otro acuerdo son Dutch Passion al que también cede algunos stocks de sus semillas. Los problemas se repiten como con el anterior banco, siendo apartado del proceso de selección y todo el trabajo de cría. Sintiéndose de nuevo utilizado y pensando que interesa más sus genéticas que su trabajo, abandona Dutch Passion y Holanda y se muda a Suiza. En la actualidad podemos encontrar en este banco descendientes directas de aquella etapa como son Blue Moonshine, Blue Heaven, Purple Passion y la propia Blueberry.
En Suiza conoce al breeder Steve, propietario de Spice of Life. Fue la última colaboración de DJ Short con compañías europeas antes de regresar a norteamérica. Con Steve fue con el único de esta aventura en el viejo continente con el que realmente se impresionó al comprobar en sucesivas visitas como el stock de semillas que le cedió había valido para desarrollar un gran trabajo, con el que incluso participó en algunos procesos de selección. Se crearon grandes híbridos como Moonshine Rocket Fuel, Rosebud y Blue Satellite.
De regreso a norteamérica, en Canadá encontró la paz que necesitaba para seguir desarrollano su trabajo. Considerada la capital de breeding del mundo, entabló amistad con Red, un empresario propietario de Legend Seeds. A Red lo había conocido en Suiza y juntos empezaron un proceso de selección increíble, con más de 400 plantas, en su mayoría hembras Blueberry, Flo y unos 60 machos, con lo que se pudo ampliar el catálogo de DJ Short con la True Blueberry, Grape Krush, Flodica, True Blue Moonshine y F-13.
En la actualidad, DJ Short sigue enfrascado en el mundo de la crianza aunque en segundo plano. Su banco DJ Short ya no existe y hace poco ha fundado Old World Genetics junto a su hijo JD Short, al que aserora y ayuda en los procesos de cría y selección. Vanilluna, Flo, Azure Haze, Whitaker Blues y la propia Blueberry, son las variedades nuevas y de siempre que podremos encontrar en esta nueva empresa que está destinada a seguir los pasos de la antigua DJ Short.
Si por algo destaca la Blueberry es por su gran sabor a arándanos y frutos del bosque, una delicia. Aunque su producción no es demasiado elevada, lo compensa su gran potencia, variable según el fenotipo, que aunque predominan los índicos, su lado Thai nos demuestra en cada calada el origen también de su genética sativa. En floración, sus cogollos se tornan en colores desde azulados a morado intenso, que junto a su aroma hará que no veamos el momento de estar fumando tan deliciosas flores.También destaca por su morfología, encontrando numerosos ejemplares con hojas irregulares o anormales, crecimiento asimétrico, albinismo o poliploidía, como si se tratase de una mutación. Según el propio DJ Short esto se puede deber al uso de la colchicina, un químico que se aplica a las semillas o plantas recién germinadas y que puede causar mutaciones genéticas. No por su parte, pues cultiva exclusivamente en orgánico, pero sospecha de que la Highland y Chocolate Thai sí antes de llegar a sus manos. La explicación a que las descendencias de ambas presentaban normalmente estas anomalías, no hizo más que darle posiblemente la razón.
Si la White Widow es la reina de la Familia Blanca junto a los híbridos desarrollados a partir de ella, Great White Shark, El Niño y White Rhino, la Blueberry lo es de la Familia Azul, junto a la Flo, Blue Moonshine y Blue Velvet. En la actualidad, todas o casi todas las variedades que en su nombre incluyan Blue o Berry, son descendientes de alguna de estas joyas creadas hace ya casi 40 años, todo un gran legado obra de un inquieto joven que usando sus conocimientos universitarios de decidió a criar marihuana, quizá nunca imaginando lo importante que llegaría a ser para todos nosotros.
