En todo el mundo entre el 40% y el 70% de las mujeres sufren períodos menstruales difíciles y dolorosos. Se conocen con el nombre de dismenorrea.
Entre los síntomas se encuentran calambres en piernas, intenso dolor pélvico o abdominal, dolor en la parte baja de las espalda a la altura de los riñones, jaqueca, náuseas, mareos, vómitos, fatiga, ansiedad, irritabilidad o depresión. Todo ésto también afecta tanto a los estados físico y anímico. Se suele distinguir dos tipos de dismenorrea. Por un lado la primaria más presente en mujeres jóvenes. Y por otro la secundaria, que aparece en mujeres de más edad.
Un período no es sólo doloroso para el cuerpo. También es complicado para la mente. Todo es debido a las hormonas que pueden afectar a los estados de ánimo y se suele caer en el peor de ellos. La marihuana ayuda a levantar el ánimo, la moral y el buen humor. Estudios demuestran que tanto THC como CBD aumentan los niveles de serotonina en el cuerpo. La serotonina es conocida como la «hormona de la felicidad«.
La peor parte de un período son sin duda los calambres. Pueden llegar a ser tan intensos e insoportables que te llevar a tumbarte en cama durante días. Ésto en muchos casos obliga a dejar de lado las propias responsabilidades del día a día. Hay un relajante muscular natural que se encuentra en la planta de marihuana: el THC. Este cannabinoide puede aliviar el dolor y la incomodidad que causan los cólicos menstruales.
Uno de los síntomas premenstruales más común es el dolor de cabeza. Con suerte tan sólo se experimentará de manera leve durante. Pero desafortunadamente no es el caso más común. Con frecuencia las mujeres lidiarán con migrañas y jaquecas. Ésto hace difícil mantenerse activa y enfocada. La marihuana tiene propiedades antiinflamatorias que pueden aliviar los dolores de cabeza e incluso deshacerse de ellos.
Durante el período es común padecer diarrea. El responsable químico de la prostaglandina. Se trata de un lípido que emplea el cuerpo para prevenir las pérdidas de sangre y fomentar la coagulación. Los estudios han revelado que la marihuana también puede llegar a reducir la hipermotilidad, término utilizado para la motilidad excesiva de todo o parte del tracto gastrointestinal.
El método tradicional consiste en fumarse un porro de marihuana. No sólo es el más eficiente, sino que también con el que mejor se controlan las dosis. Por otro lado se puede aplicar en lociones, cremas o ungüentos sobre la piel. O en infusiones. O en comestibles… La gran ventaja de la marihuana son todas las opciones que nos da en el tratamiento del dolor.
