Descubre la relación de los «asesinos» con la marihuana
Siempre se relaciona la marihuana con la paz, se dice y con motivos que los consumidores de marihuana somos gente tranquila y que no gusta de conflictos por los efectos de buen rollo que tiene nuestra querida planta, a diferencia de los efectos que producen otras drogas duras o el alcohol, droga legal que siempre sale perdiendo en las comparativas con el cannabis a todos los niveles.
En cambio a mucha gente se le puede caer un mito cuando descubrimos que la palabra asesino, que para todos es una persona que comete un crimen de sangre, está muy relacionada con la marihuana, aunque hoy por hoy poco tiene que ver con sus orígenes.
Asesino es una palabra que proviene del árabe ḥaššāšīn y que según la propia estructura de la palabra significa «fumadores de hachís». Nos tenemos que remontar al siglo XI a la antigua Persia, hoy Iran, donde nació Hasan i Sabbah conocido con el sobrenombre Alauddin o El Viejo de la Montaña. Fue un reformador religioso precursor de la nueva predicación de los ismailitas nizaríes, una secta minoritarias del chiismo que intentó reemplazar la predicación de los ismailitas fatimíes también chiitas.
Durante sus viajes por Oriente Medio fue buscando nuevos adeptos a la fe ismailí que procesaba, una masa de gente lo suficiente numerosa que le permitiera fundar una comunidad permanente y fuertemente defendida. El lugar adecuado lo encontró Alamut, una fortaleza que dominaba un valle en el macizo montañoso de Elburz, en la actual Irán. Durante muchos siglos esta zona sirvió de refugio a ismailíes y otros heterodoxos musulmanes.
Hasan i Sabbah nunca tuvo problemas en defender su territorio del modo necesario, pese a que en comparación con sus enemigos tenía un ejército pobre en número pero contaba con unos fieles bien entrenados. Desde Alamut se comenzaban a ordenar homicidios principalmente políticos. Pese a ser poco numerosos aterrorizaron durante siglos a los gobernantes de las actuales Irán y Siria.
Fue Marco Polo, mercader y viajero veneciano, quien introdujo en Europa la leyenda que ha dado fama a Alamut y a los hashashins: poseía unos jardines parecidos al paraíso donde llevaban a los futuros asesinos de la secta, se les drogaba con hachís y podían disfrutar de cualquier tipo de deseo carnal. Cuando despertaban de los efectos del hachís hacían lo que Hasan i Sabbah les ordenase, incluso sacrificar su propia vida si fuese necesario. El término hashashin lo empleaban de manera despectiva sus enemigos por el hecho de estar bajo los efectos del hachís cuando cometían sus asesinatos.
Cuenta una leyenda como un visitante a Alamut presumía ante Hasan de tener el ejército más poderoso y que en cualquier momento podría derrotarlo. Hasan le dijo a uno de sus hashashin que se arrojara desde lo alto del castillo, haciéndolo éste sin dudar. El visitante sólo pudo reconocer que el ejército más poderoso era el de Hasan pues hacían cualquier cosa con una simple orden suya.
El Viejo de la Montaña comenzó labores políticas y diplomáticas en la región y aquellos que se negaban a seguir sus indicaciones que favorecían a la secta nazarí, recibían entonces una amenaza de muerte, ordenando a un hashashin de su secta ejecutarlo tratase de quien se tratase. Los asesinos partían tan sólo con un puñal con empuñadura de oro y un saco de hachís para el viaje. Su total desprecio por su vida les convertía en armas letales, además de que su característica suicida los hacía prácticamente imparables.
No solían atacar sin más salvo que Hasan lo ordenase. Eran guerreros sigilosos, minuciosos y pacientes, podían pasar años hasta que cumplían su misión. Como un depredador se acercaban poco a poco a su víctima, estudiaban su comportamiento y podían incluso convertirse en siervos de sus víctimas para poder sacarles información.La primera víctima de la secta de los Hashashin fue Nizam Al-Mulk, gran visir del sultán Malîk shah.
Sus acciones llegaron a tener una gran importancia, intentado asesinar sin éxito a Saladino, sultán de Egipto y Siria, hasta dos veces. La primera víctima no musulmana fue el rey de Jerusalén Conrado de Monferrat, al que asesinaron en 1192 ya decenas de años tras la muerte de Hasan y bajo el mando de sus herederos en el «trono» que siguieron conservando el nombre de Viejo de la Montaña, practicando sus creencias y sus asesinatos durante casi 200 años más
El Viejo de la Montaña en su lucha contra los traidores árabes se llegó a aliar con los Caballeros Templarios mediavales, ofreciéndose mutuo apoyo Templarios y adquiriendo también fama en Europa. A finales del siglo XIV la invasión mongala bajo el mando de Hulagu Kan, nieto de Gengis Kan, arrasaron Alamut que quedó reducida a escombros, así como todas sus demás fortalezas y su gran biblioteca, destruyendo con ella documentos que probablemente daría más luz a toda esta historia.
La secta de los Hashashin, de los asesinos o de los fumadores de hachís ha pasado a la historia por su crueldad y obediencia. Míticos videojuegos como Assessin’s Creed, Prince of Persia o Crusader Kings II hacen referencias hacia los hombres de Hasan y la fortaleza de Alamut entre otras, hoy en muy mal estado de conservación. Nosotros sólo esperamos que la historia actual no nos relacione con el origen de la palabra y nos comiencen a tratar de hashashins o asesinos por mucho que nos guste tan delicioso tesoro como es el buen hachís.