Con el recibo de la luz alcanzando máximos históricos en España, y con los gobiernos que parece que no tienen mucha intención de terminar con el monopolio de las eléctricas, el coste de un cultivo de marihuana en interior se ha disparado en los últimos años. En este post te daremos algunos consejos con los que podrás ahorrar electricidad y conseguir igualmente buenas cosechas. Cierto que alguna de ellas suponen un gasto que tal vez no tenías previsto. Pero no lo tomes como un gasto, sino como una inversión con la que mes a mes la factura de la luz será menor.
No cabe duda de que el mayor gasto eléctrico de un cultivo está en la iluminación. Pero para conseguir llevar un cultivo a un buen final, es necesaria una iluminación eficiente. No uses nunca menos iluminación de la óptima, pues finalmente tus cosechas se verán afectas. Actualmente existen muchas opciones. Hace unos años la única opción se limitaba a lámparas de vapor de sodio, de mercurio o halogenuros metálicos.
Los balastros electromagnéticos son muy económicos, si. Pero su consumo es mayor al de un balastro electrónico. Los electrónicos además, en la mayoría de los casos cuentan con selectos de potencia, por lo que siempre puedes usar una potencia menos en determinadas fases del cultivo como el crecimiento temprano. Ésto puede suponer un ahorro de aproximadamente un 40%.
Ponemos como ejemplo el clásico equipo de vapor de sodio de 400W, ideal para 1m2 de cultivo. Un buen panel LED para una superficie idéntica puede consumir 270w-320w dependiendo del modelo. Un equipo LEC de 315W, equivaldría en producción a un HPS de 400W. Como vemos, el ahorro es bastante importante, de un 20 a un 25% sólo cambiando el sistema de iluminación.
La fase de crecimiento es sin duda la que mayor gasto eléctrico supone. Solemos usar un fotoperíodo 18/6 (luz/oscuridad), frente al típico 12/12 en floración. Ésto son 6 horas más al día, un 33% más de consumo que en floración. Una buena idea, es contar con una zona de floración y otra de crecimiento. En ésta, podemos usar lámparas de bajo consumo, ya que las necesidades lumínicas de las plantas no son tan altas.
Este fotoperíodo se caracteriza por su ahorro eléctrico. En crecimiento, en lugar de usar el típico 18/6, se usa un juego horario de 12 horas de luz continuada, 5 horas y media de oscuridad, 1 hora de luz y otras 5 horas y media de oscuridad, lo que supone 7 horas menos de luz diarias. En floración, o bien se puede usar un fotoperíodo de 10/14 (luz/oscuridad), o bien comenzar con 11/13 (luz/oscuridad) e ir bajando media hora de luz cada dos semanas hasta la cosecha.
Una buena ventilación, que incluya también la extracción e intracción de aire, es uno de los pilares básicos del cultivo en interior. Además de para renovar el CO2 que consumen las plantas, contamos con el calor que generan principalmente las lámparas. Ésto puede llegar a convertir cualquier espacio de cultivo en un horno.
Un cooltube es un accesorio que encapsula la lámpara, generalmente un tubo de vidrio. En cada extremo cuenta con un orificio por el que circula el aire gracias a un pequeño extractor de poco consumo, de modo que el calor generado por la lámpara es expulsado directamente al exterior. Gracias a ello, no necesitaremos que el extractor del armario se active tan a menudo.
Todos sabemos que de día siempre hace más calor que de noche. Una manera sencilla de que el calor producido por las lámparas se sume al calor diurno, es hacer coincidir el fotoperíodo de luz con la noche exterior. Así tampoco necesitaremos tener activado tan a menudo la extracción para evacuar la suma de estas altas temperaturas que se acumulan en el interior del armario o zona de cultivo.
Volvemos a la iluminación. Las lámparas HPS son muy efectivas, pero también se caracterizan por el calor que generan. Las luces LEC generan algo menos de calor, pero aún así no se pueden comparar ni por asomo con los LED. Como decimos, a menos calor generado por las lámparas, menor será la necesidad de renovar el aire en el interior del cultivo.
El objetivo de un cultivo es conseguir buenas cosechas. Los cultivadores que únicamente cultivan en interior siempre se juegan en cada cosecha el suministro para los meses siguiente. Un mal cultivo con una cosecha mediocre, puede hacer que la despensa no sea la suficiente para este tiempo entre medias. Pero un gran cultivo y una gran cosecha, nos puede permitir prescindir de un cultivo entre medias.
Cuando cultives, pon tantas plantas como sea posible, sin dejar huecos libres. Un espacio sin plantas por pequeño que sea, es siempre un gasto inútil en iluminación. Si estás empezando la floración y tienes algún hueco libre, puedes poner en él una variedad autofloreciente. Aunque un fotoperíodo de 12/12 no es el más indicado para estas genéticas, cualquier cosecha que dé por pequeña que sea será mejor que nada.
Técnicas como SOG o SCROG permiten un máximo aprovechamiento de la luz. Además es la manera de conseguir las cosechas más abundantes. Para cultivar en SOG necesitarán gran cantidad de esquejes. Para cultivar en SCROG necesitarás pocas plantas para conseguir cubrir toda la superficie de cultivo disponible. En cualquiera de los dos casos, conseguirás grandes rendimientos que llenarán tu despensa.