Aceite de hachís o BHO, descubre todo sobre esta extracción
El aceite de hachís también conocido como BHO, es un derivado de la marihuana y en concreto un extracto puro de cannabinoides que se ha puesto de moda en los últimos años. La resina de la marihuana ya hace milenios que se ha separado de la planta, ya que proporcionaba más placer que fumarlo con materia vegetal. Las primeras extracciones fueron como no las más rudimentarias, para lo que frotaban las manos en los cogollos aún verdes para impregnarlas de la pegajosa resina, que después retiraban de los dedos y palmas de las manos. Este método aún se usa en muchas zonas asiáticas y famosas son las charas nepalís.
Tuvieron que pasar varios siglos más hasta que en oriente medio se descubriese la técnica del tamizado para lo que empleaban telas de seda y golpeaban los cogollos para separar la resina de las flores, técnica aún que se usa por ejemplo en Marruecos, mayor exportador de hachís del mundo. A principios de 1990 surgió la idea de emplear agua y hielo para extraer la resina, llamado también Ice o Lator, Water Hash o Bubble Hash.
En 1999 se publicó artículo titulado «El Sensacional Extractor de PVC de Aceite mediante butano» que dio pistas a cultivadores de todo el mundo para comenzar a hacer sus propias investigaciones, perfeccionando nuevos sistemas de extracción con gas butano nunca antes vistos. Poco a poco fueron más lo curiosos que se fueron interesando por el BHO, que actualmente goza de una enorme popularidad y los fabricantes nos ofrecen unos extractores más fiables que los primeros en usarse.
El BHO es la abreviatura de Butane Hash Oil o Aceite de Hachís al Butano. Erróneamente alguna gente dice Butane Honey Oil, quizá por la apariencia a miel que tiene esta extracción. Entender en que consiste esta técnica es muy simple: se introduce la marihuana en un tubo hueco con agujeros en su parte baja y uno en la zona superior por donde inyectaremos gas butano del mismo modo que si estuviésemos rellenando de gas un mechero. El gas butano actúa como disolvente sobre la resina de la marihuana y la arrastra hacia la parte baja del tubo, por donde sale en estado líquido por los agujeros que actúan de filtro. Este líquido, de color ámbar y con una textura similar al de la miel como decíamos, ya es aceite de hachís. Se recoge en un contenedor antiadherente y se tiene que dejar evaporar el gas que contiene y purgarlo antes de poder fumarlo, ya que el gas butano no deja de ser un gas altamente tóxico. Una vez listo, tendremos una masa compacta como un caramelo con un contenido en cannabinoides de prácticamente el 100%.
Una de las principales del ventajas del aceite de hachís frente a otras extracciones como el hachís al agua, es que junto con el tamizado en seco la que mejor trato da a los terpenos, conservando los sabores y aromas de la variedad que se emplee. También los usuarios de marihuana medicinal han encontrado la mejor manera de consumir las cantidades que más se ajustan a sus necesidades, todos sabemos que no todas las plantas producen la misma cantidad de resina.
CONSEJOS PARA HACER ACEITE DE HACHÍS O BHO
Para empezar necesitamos una buena hierba, aunque los restos de la cosecha nos pueden ofrecer extracciones decentes, no se pueden comparar con la cantidad de resina que tiene un buen cogollo y que marcará la diferencia. Una mala hierba no mejorará por mucho que hagamos con ella aceite de hachís, así que usa buen material, asegúrate de no haber usado productos químicos como insecticidas o fungicidas durante mínimo el último mes y aunque no es necesario, mejor si los cogollos cuentan ya con el curado de rigor de aproximadamente un mes.
Por otro lado el tubo de extracción, que aunque es muy simple y puedes hacerlo tú mismo en casa con un poco de ingenio, en Cannabislandia os recomendamos invertir en un tubo de extracción fiable y que no necesariamente tiene que ser caro. El Honey Bee de Buzznn es un modelo muy barato y funcional, ideal para los que quieran adentrarse en el mundo del aceite de hachís sin tener muy claro si terminará gustándole o no. No cabe duda de que modelos más caros también lo son por algo y tanto por seguridad y rendimiento a la larga siempre serán los mejores, generalmente fabricado en acero inoxidable y pensados para durar toda la vida.
El gas butano es un gas muy tóxico y lleno de sustancias nocivas, por lo que en principio no nos sirve cualquiera, tiene que ser gas butano refinado al máximo como el Gas Clipper Pure Isobutano o Gas Colibrí, refinados 12 y 10 veces respectivamente, que nos garantizará que nuestro BHO tenga la máxima pureza una vez lo hayamos purgado correctamente.
El gas butano es también un gas muy inflamable y seguro has podido leer en la prensa o ver en las noticias algún «accidente» relacionado con «personas jugando con marihuana». Sinceramente ésto se debe más a errores humanos que al peligro real de hacer aceite de hachís, donde la principal norma de seguridad es NO USAR HABITACIONES SIN VENTILACIÓN y mucho menos ponerse a fumar en pleno proceso no vaya a se que salgamos volando por los aires. El sentido común es importante siempre.
El BHO o aceite de hachís es muy pegajoso recién salido del tubo de extracción. El mejor material para recoger este aceite líquido es en recipientes de silicona antiadhente, que permite una vez se evapore la mayor parte del gas, retirarlo fácilmente para pasar a purgarlo. También un pequeño dabber, una herramienta con la que poder manejar el BHO sin usar las manos, es un accesorio que no le puede faltar a nadie.
Purgar el BHO consiste en eliminar los solventes e impurezas que forman parte del proceso, principalmente resíduos del gas butano. Es el proceso más laborioso y delicado en que que nos jugaremos principalmente la calidad final del BHO. En primer lugar y con nuestro aceite en un recipiente, haremos una primera extracción de gas de su interior mediante un baño maría, es decir introducir el recipiente en otro más grande y con un poco de agua en su fondo. Una temperatura de 35-40º es suficiente para que el aceite de hachís adquiera de nuevo una consistencia casi líquida, llenándose de pequeñas burbujas de gas que podremos ir explotando con un dabber.
La segunda purga y que nos asegura la máxima pureza y saber, es la purga al vacío que somete al aceite a presión atmosférica necesaria para expulsar todo el gas que aún pueda contener. Una bomba para la extracción de vacío es otro de los elementos que no le debería faltar al amante de las extracciones y que dedica gran parte o la totalidad de sus cosechas a la elaboración de aceite de hachís.
Por último, para disfrutar de un buen BHO o dabb no hay nada mejor que una buena pipa. Las pipas para el aceite de hachís son algo distintas a las que se emplean con hachís o cogollos. Cuentan con un accesorio llamado clavo, que se acopla a la boca de la pipa y se calienta con un soplete al rojo vivo. Sobre el clavo se pone una pequeña cantidad de BHO, se tapa con una bola y se aspira como en una pipa corriente. El BHO es muy concentrado, por lo que una sola bocanada puede sentarnos igual que un buen porro, por lo que precaución a los que os introducís en el maravilloso mundo del aceite de hachís.
En otra ocasión os hablaremos del Rosin Tech o «técnica de la colofonia», el más novedoso sistema de extracción de resina, más sencillo y rápido de realizar que el BHO, muy similar y listo para consumir inmediatamente después de hacerlo. ¡¡No te lo pierdas!!
Foto/s: La Marihuana
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