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5 trucos para conseguir las mejores cosechas en exterior

Si es tu primer cultivo y quieres conseguir las mejores cosechas, o en la fase de floración nunca consigues explotar lo mejor de las plantas, hoy te traemos 5 consejos que sin duda te ayudarán en las próximas y decisivas semanas donde nos los jugamos todo:

ESTIMULA LA FLORACIÓN

Los estimuladores de floración son aditivos que como su nombre ya nos sugiere, son productos que en la fase de prefloración y floración temprana estimulan a la planta para que interrumpa la fase de crecimiento y comience la de floración, empezando unos días antes la producción de brotes florales que serán los futuros cogollos. Al adelantar la floración, también se adelanta unos días la cosecha, algo importante en los climas de veranos más cortos. Delta 9, Bud Stimulator, Big One o Boost, son algunos de los más famosos y efectivos.

CUIDADO CON LAS PLAGAS

Son fechas de máxima actividad para los insectos en exterior. Muchos de ellos no dudarán en usar nuestras plantas como fuente de alimentación como trips, pulgón, araña roja, saltamontes, mosca blanca, minadores, orugas… Siempre es mejor prevenir que curar, y el uso de preventivos durante las primeras semanas de floración, hará que podamos llegar a la cosecha sin mayores problemas. Una vez formados los cogollos, debemos reducir el uso de cualquier producto pulverizado sobre las plantas, además de respetar el periodo de seguridad de según qué preventivo o insecticida usemos a la hora de cosechar.

Mención especial merecen las orugas, conocidas por su voracidad y por devorar cogollos causando verdaderos estragos. Mariposas y polillas ponen a lo largo del verano sus huevos donde consideran que las larvas no pasarán hambre. Primero se comen las hojas y una vez convertidas en gusanos, se introducen en los cogollos comenzando a devorarlos desde el interior. Sus excrementos favorecen la aparición de botrytis, quedando totalmente inservibles. El uso de bacillus thuringiensis, un insecticida orgánico y natural, ayudará a eliminar las larvas antes de que se conviertan en gusanos.

POTENCIA LA FLORACIÓN

Mientras en crecimiento la mayor demanda de las plantas es el nitrógeno, en floración las plantas exigen mayores cantidades de fósforo y potasio, nutrientes que entre otras funciones, son imprescindibles para la formación y desarrollo de los cogollos, la transferencia de energía, la extracción de agua y otros nutrientes del suelo y después asimilarla mediante un proceso de osmosis, para la creación de paredes celulares y células nuevas en las flores. El resultado siempre son cogollos más densos y por lo tanto cosechas más abundantes.

Entre los potenciadores de floración más conocidos nos encontramos los típicos PK en concentraciones tan variables como cantidad de fabricantes de abonos. Lo mejor siempre será emplear un potenciador de floración del mismo fabricante que el de los abonos que usemos, guiándonos por las tablas de abonado y las dosis que se indican. Siempre podremos combinar diferentes marcas, teniendo en cuenta que la dosis sumada de abono base y potenciador puede ser peligroso y causar sobrefertilizaciones, así que comenzar con dosis bajas.

PREVÉN LA APARICIÓN DE HONGOS

La segunda fase de floración siempre es la más delicada. En muchas zonas climáticas a lo largo del mes de septiembre ya comienzan a venir las noches más frescas y con rocío. En otras, las primeras lluvias se adelantan al mes de septiembre u octubre. Y en otras, la humedad ambiental es siempre muy elevada. En todos estos casos y sobretodo en variedades de cogollos muy densos y compactos, la amenaza de sufrir ataques de hongos está a la orden del día. Botrytis, oídio, mildiu o fusarium entre otros, tan sólo necesitan ambientes húmedos, ventilación escasa o cambios bruscos de temperatura para desarrollarse.

El uso de preventivos o fitofortificantes evitará en gran medida que los hongos se instalen en nuestras plantas. Nosotros también podemos tomar otras medidas, como hacer una cubierta para las plantas y resguardarlas de lluvias, mejorar dentro de lo posible la ventilación, o incluso sacudir bien las plantas tan pronto sea posible tras las típicas tormentas de verano, eliminando la mayor cantidad de agua que acumularán los cogollos.

UN OJO SIEMPRE EN EL CIELO

La mejor fecha para cosechar, es cuando los tricomas o esas pequeñas gotas de resina de los cogollos tienen un color lechoso. La segunda mejor fecha, es antes de que a causa de las lluvias del final del verano o principios de otoño puedan estropear las cosechas. No todas las zonas climáticas disfrutan de secos y soleados otoños, y en muchas otras octubre ya es en general un mes muy lluvioso. Será tiempo de estar atento a las previsiones meteorológicas y adelantarse a estas posibles lluvias, como dice el refrán es mejor pájaro en mano que ciento volando y siempre será mejor una planta que le falta unos días para su punto óptimo de maduración, a que las lluvias retrasen esta fecha óptima o vernos obligados a cosechar unos cogollos encharcados de agua que durante el secado serán muy susceptibles al ataque del hongo botrytis.