Descubre estos 20 consejos para cultivar marihuana en interior y exterior que te traemos hoy si quieres que tus cosechas sean espectaculares.
1.- Apuesta siempre por semillas de calidad. No tiene sentido cuidar durante meses una planta cuya calidad después esté muy por debajo del trabajo y dinero invertido.
2.- Germinar semillas es muy fácil, pero en ocasiones requiere de paciencia para que germinen. Nunca manipules una semilla que esté germinando.
Algunas semillas pueden tardar hasta más de una semana en germinar, aunque lo normal en una semilla fresca son de 24 a 72 horas.
3.- Usa un buen sustrato. Éste ha de ser esponjoso, para facilitar el desarrollo de las raíces y la asimilación de nutrientes. Por descontado no interesan sustratos de dudosa calidad que puedan contener desde plagas a hongos.
4.- No te excedas regando las plantas. Uno de los síntomas de una planta con exceso de riego son las hojas flácidas, algo que muchos cultivadores confunden con escasez de riego. Antes de regar, asegúrate de que el sustrato no esté encharcado.
5.- No te quedes corto regando. Cuando toque regar, riega hasta empapar bien todo el sustrato. Y no vuelvas a regar hasta que al meter un dedo en la maceta, los dos primero centímetros de sustrato estén secos.
Siempre conviene que llegue a drenar un poco del agua de riego. Esto favorece la eliminación de sales y previene bloqueos de nutrientes.
6.- Usa abonos específicos para cannabis. Éstos garantizan las cantidades de nutrientes necesarias. Es común ver plantas quemadas por usar abonos para plantas ornamentales, que tienen otras exigencias alimenticias.
Si no tienes acceso a ellos, el humus de lombriz y el guano de murciélago son la mejor opción. Se pueden encontrar en prácticamente cualquier centro de jardinería.
7.- En floración, asegúrate de que las plantas no sufran contaminación lumínica. Desde farolas o filtraciones de luz en un armario de cultivo.
Si durante el fotoperíodo nocturno las plantas reciben luz, se puede impedir que florezcan, hacer que se estresen e incluso que produzcan flores masculinas.
8.- Usa preventivos. En gran medida, los preventivos evitarán los ataques de insectos y la instalación de plagas en las plantas.
El jabón potásico, el aceite neem o la tierra de diatomeas son los más comunes, fáciles de conseguir y poseen una efectividad bastante elevada contra un amplio espectro de plagas.
9.- No podes tus plantas una vez comenzada la floración. No tendrán tiempo para recuperarse y lo único que conseguirás aparte del estrés que éso genera, es obtener menos producción.
Siempre es mejor doblar cuantas ramas sea necesario, antes que hacer una poda. Se pueden usar tutores, cordeles, cuerdas, mallas de guiado…
10.- Ten paciencia a la hora de cosechar. Las fechas que dan los bancos son bastante aproximadas, pero siempre hay algún fenotipo que puede ser algo más lento.
Esperar el punto óptimo para cosechar, garantizará que los cogollos tengan la máxima concentración de THC posible. Y eso significa que los cogollos tendrán una mayor potencia.
11.- No uses nunca macetas de colores oscuros. Con el sol las macetas se sobrecalientan y literalmente pueden llegar a cocer las raíces. Siempre usa macetas de colores claros, o pinta tus macetas negras de blanco, amarillo, azul claro…
12.- Cultiva tus plantas preferiblemente en sitios ventilados y donde reciban la mayor cantidad de horas de sol. Por un lado el sol se encargará de engordar y apretar los cogollos.
Y por otro el viento evitará en gran medida la aparición de hongos, además de fortalecer tallos y ramas de la planta.
13.- Los primeros días de una planta son los más delicados. Son propensas a sufrir ataques externos de todo tipo, desde plagas, a mascotas curiosas o pájaros hambrientos.
Protege tus pequeñas plantas con por ejemplo, un invernadero improvisado con una botella de refresco. Acuérdate de realizar algunos orificios para que la planta pueda disponer del CO2 tan necesario.
14.- No cuentes a nadie que cultivas en exterior, o al menos, no des pistas de dónde lo haces. Los robaplantas son una plaga cada vez más extendida, y en muchas ocasiones pertenecen a nuestro círculo de confianza o a sus conocidos.
15.- Cuando se acerque la cosecha, ten siempre un ojo en el cielo. Y para esto no hay nada mejor que seguir las previsiones del tiempo en los próximos días.
Es mejor cosechar una planta que aún le faltan un par de días para su punto óptimo, que jugársela y que un aguacero haga que se retrase la fecha de cosecha o que algún cogollo se vea afectado por el ataque de hongos.
16.- Invierte en un sistema de iluminación apropiado para el cultivo de marihuana. Las opciones son varias, como lámparas de alta intensidad HPS o LEC, o sistemas LED.
Todo lo demás será un gasto innecesario de dinero en la factura eléctrica, para mantener con vida unas plantas que ni crecerán ni florecerán en condiciones.
18.- Ten en cuenta que trabajarás con equipos eléctricos de gran potencia. Asegúrate que la instalación eléctrica soporta la carga de estos equipos para evitar sobretensiones que en el peor de los casos pueden provocar algún incendio.
La electricidad, el agua y humedad, suelen ser una mala combinación. Mantén todo el cableado bien recogido, y prevén cualquier posible caída de agua para que ésta no alcance nunca los equipos, sean regletas, enchufes, balastros…
19.- Los primeros días de una planta son los más complicados. Si la luz se acerca demasiado, la planta corre el riesgo de quemarse.
Si se encuentra demasiado lejos, las plantas tienden a espigarse. Decide tú mismo que distancia a la lámpara es la ideal para evitar ambas cosas.
20.-Asegúrate de contar con una buena ventilación. El cannabis consume grandes cantidades de CO2 y donde los espacios son limitados, es necesario renovarlo cada poco tiempo.
Un extractor es obligatorio, además de un ventilador orientado a las plantas. La intracción depende del espacio puede ser prescindible.
*Actualizado por actualización de contenido