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Los 10 países donde mejor no fumarse un porro de marihuana

Si en un post pasado hemos hablado 10 países que podrían considerarse paraísos para el fumador o amante de la marihuana, bien por su permisividad o legalidad, hoy hacemos un ranking de 10 países en los que mejor ni plantearse tener el mínimo contacto con el cannabis y derivados, y mucho menos con otro tipo de drogas. Siempre uno podría encontrar una playa desierta, un bosque vacío o cualquier otro lugar tranquilo donde poder fumarse un porro en cualquiera de estos países, pero sinceramente no vale la pena y te contamos por qué:

  • Cuba: Al igual que en España en los años de la dictadura, el cannabis y otras drogas se intentaban tapar de cara al exterior y se le consideraba un problema leve entre la población. Cuando ya se consideró que afectaba a todos los niveles de la sociedad, fue cuando se empezaron a tomar medidas y a perseguir tanto el tráfico como el consumo. Las penas van desde los 4 a los 30 años y la línea entre consumo y tráfico es muy estrecha. También se puede confiscar las tierras donde se cultive cannabis y en el peor de los casos, el tráfico conlleva pena de muerte.
  • Singapur:  En este pequeño país asiático, la tenencia y el consumo de drogas se puede castigar hasta con la pena capital. El consumo también está penado si se detecta, y da igual que lo hayas consumido en otro país. Las sentencias por drogas se cumplen todas, incluso la pena de muerte, ya que no hay constancia de medidas de gracia al respecto. Otras penas incluyen azotes con una vara, por simple divertimento del guarda de turno del centro penitenciario.

  • Filipinas: Desde que hace apenas mes y medio, el 30 de Julio de 2016, Rodrigo Duterte fue investido presidente de este país, se ha propuesto limpiarlo de narcotraficantes por la vía rápida y ya se cuentan 2.500 muertos y ejecuciones, casi la mitad de ellas a manos de grupos de vigilantes civiles. Y cuando de juez actúa cualquier ciudadano, no es raro que consumo y narcotráfico puedan llegados a considerarse lo mismo. Amnistía Internacional ya ha instado a detener la masacre, aunque de momento Duterte dice que no frenará y ganará su lucha contra las drogas. «Ante todo debo proteger a mi pueblo», dice.
  • Corea: En Corea «la buena», la del Sur, las penas son de hasta 5 años de cárcel por consumo y hasta 10 por tráfico. También se castiga si en un análisis se da positivo aunque se haya consumido en otro país como le sucedió al famoso rapero surcoreano Crown J. Contradictoriamente en Corea del Norte no existe una legislación acerca de la marihuana y se permite su consumo y cultivo, aunque todo dicho no sea un país donde la entrada de turistas sea alta por las restricciones hasta para sacarse fotos.
  • República Dominicana: Penas de prisión de hasta 8 años. También está penada con prisión la mera posesión para consumo propio, por muy pequeña que sea la cantidad. Muchas veces los extranjeros que compran droga, incluso mínimas cantidades para consumo propio, son estafados y denunciados por los propios vendedores. Lo que resulta inquietante, es que desde hace unos años Diego el Cigala reside en la República Dominicana, donde incluso le han dado en 2014 la nacionalidad. Dónde conseguirá sus cigarritos de la risa? Afortunadamente el debate sobre la legalización ya está sobre la mesa de algunos políticos.
  • Túnez: Estar en posesión de marihuana o poseerla tiene un premio de 1 a 5 años de prisión y una multa de 1.000-3.000 dinares (alrededor de 400-1.200 euros). La venta, transporte o cultivo implica conlleva de 6 a 25 años de prisión + 5000-100,000 dinares (alrededor de 2000-40.000 €). Túnez sigue siendo un país donde se usan análisis de orina para probar los casos de uso sin posesión, si el análisis de orina es superior a 20 nanogramos/litro, la persona es acusada por inhalación y pasará 6 añitos a la sombra.

  • Arabia Saudí: El uso y el consumo de drogas se castiga con penas de prisión y flagelación pública. El tráfico se castiga con largas penas de prisión o la pena de muerte por decapitación, aunque recientemente las ejecuciones son poco frecuentes. Los extranjeros que son sorprendido fumando marihuana podrían ser deportados al instante y sin posibilidad de retorno, así que dentro de lo malo y que pese a que puede arruinar las vacaciones, nos pensaremos para la siguiente escoger otro país más permisivo para hacer turismo cannábico.
  • Omán: Este país de Oriente Medio sigue la tónica de sus vecinos Arabia Saudí y Emiratos Árabes. La pena para el tráfico de drogas es la muerte. Para el consumo hay más suerte y con 20 años de cárcel y 50 latigazos, ya te dejan abandonar el país. Tampoco después de dejan volver a entrar, por si tuvieses ganas después de todo. Pero realmente la distinción entre tráfico y consumo puede ser mínima y todas las drogas entran en la misma clasificación de duras, no existen diferencias entre cannabis y heroína.
  • Japón: Aunque el consumo está bastante extendido por todo el territorio y al cultivo se permite bajo licencias, la mayoría de la marihuana que entra en Japón procede del exterior, tal es la dureza de las penas. Los japoneses suelen fumar en sus casas y es muy raro que lo hagan en el exterior. Las penas por consumir son de 7 años de prisión, trabajos forzados y la correspondiente. Ésto podría cambiar tras un artículo publicado en The Japan Times donde se sugiere que una legalización tendría unos beneficios de 30 billones de yennes al año que ayudarían a sacar al país de la difícil situación económica que atraviesa desde el tsunami de 2011.
  • Malasia: Después de que en la década de los 80 se registrara un gran nivel de consumo de opio y heroína, el gobierno decidió incluir las drogas como una amenaza nacional. Se crearon unas leyes más estrictas que incluyeron penas de muerte y el tratamiento obligatorio de la adicción. El sólo cultivo de marihuana se castiga con cadena perpetua y un mínimo de media docena de latigazos. La posesión se sanciona con hasta cinco años de cárcel y una multa que puede llegar a los 20.000 ringgits (unos 4.700€), además de los correspondientes latigazos de rigor, de 8 a 57. Por 2oo gramos 200 gramos la condenada es la muerte obligatoria en la horca.

Foto/s: La Marihuana