10 aplicaciones del cáñamo, la planta de los mil y un usos

Cuando hace unos 6.000 una de las primeras civilizaciones chinas como la Yangshao, una cultura neolítica que se extendía a lo largo del curso central del río Amarillo y según restos hallados se pudo determinar que usaban tejidos de cáñamo así piezas de cerámica decoradas con cuerdas del mismo material, además de que durante unos 2000 años su economía fue impulsada gracias al comercio de estos tejidos de cáñamo.

Poco a poco fue llevado por el hombre a prácticamente todo rincón del planeta y durante siglos fue fundamental en el avance del ser humano, se perfeccionó la elaboración de fibras que se usaron para hacer textiles, velas de barcos y papel. Sus semillas fueron usadas como fuente de alimento y con la resina de las flores resinas e inciensos.

Hasta la aparición del algodón y posteriormente del plástico, el cáñamo siempre gozó de gran popularidad. Más tarde tras la prohibición mundial de la marihuana, mucho cultivos de cáñamo también desaparecieron. Por suerte en los últimos años se está recuperando la tradición y gracias a su gran versatilidad se le está prestando la atención que merece.

¿QUÉ ES EL CÁÑAMO Y QUÉ ES EL CANNABIS?

Básicamente se trata de la misma planta, cannabis sativa de la familia cannabaceae. Aunque se suelen consideran dos plantas distintas, la realidad es que solamente son diferentes variedades de la misma planta. El cáñamo o conocido comúnmente como cáñamo industrial son plantas que se fueron seleccionando por su mayor industrial, mientras que el cannabis o marihuana son variedades seleccionadas por su mayor contenido de cannabinoides y en concreto de THC.

Pero no vamos a hablar de la marihuana si no del cáñamo y su recuperación, donde en muchos países se cultiva cada vez más extensiones. China es el principal productor de cáñamo, en Europa destacan Francia, España o Chequia, en Ámerica Estados Unidos… aunque en muchos de ellos aún hay muchas restriciones, como en éste último donde sólo en algunos Estados se consiente con fines de investigación y otros para fines industriales sin que sea legal a nivel general. En cualquier caso, las variedades no pueden exceder una cantidad THC legal y a partir de la cual se consideraría una planta psicotrópica y sería ilegal su cultivo. Soberana estupidez pero las leyes mandan.

Del cáñamo se aprovecha absolutamente todo. La paja, que el nombre que recibe la planta íntegra una vez cosechada, contiene fibra que se encuentra en la parte exterior del tallo y dependiendo de la variedad, su contenido es de un 33% aproximadamente de media. La parte leñosa, en el núcleo de los tallos se llama cañamiza y supone un 50%. En ambos tejidos se encuentra la celulosa pero el contenido en la cañamiza es mayor en hemicelulosas. De un 10% a un 12% de la paja son semillas. Y lo restante son residuos como raíces o polvo.

• Textiles: el cáñamo se considera la fibra textil de origen vegetal más larga, resistente y suave. La tela que se elabora con estas fibras llegar a ser más suave que el algodón, a la vez que es más aislante, fresca, absorbente y de mayor duración. Antiguamente era la fibra más usada y se considerada el estándar para medir la calidad de las otras fibras como el lino o algodón. Una hectárea de cannabis puede llegar a producir el doble de fibra que una de algodón, además de que requiere durante su procesado menos productos químicos. Levi Strauss fabricó los primero vaqueros con fibra de cáñamo, las velas de las carabelas con las que Cristóbal Colón llegó a América eran de cáñamo y también lo era la primera bandera de Estados Unidos. Otros usos que se le puede dar son en la fabricación de redes de pescar, cuerdas, bramantes…
• Papel: hasta finales del siglo XIX aproximadamente un 90% del papel mundial era fabricado con cáñamo. La Declaración de Independencia de EEUU sin ir más lejos esta redactada en papel de cáñamo. La prohibición e interese de otras industrias como las petrolíferas ha hecho que prácticamente haya caído en desuso. En cambio se sabe que el cáñamo para hacer papel crece en 90 días mientras que un árbol tarda entre 15 y 50 años en crecer. En 20 años, un cultivo de cáñamo de una hectárea puede producir el mismo papel que 4 hectáreas de árboles. Su elaboración es más económica, limpia y es un papelmucho más resistente que el de madera, resiste mucho mejor el paso del tiempo y se puede reciclar muchas más veces que el papel de la madera. Quién no conoce el papel de fumar Raw Organic, elaborado con papel 100% de cáñamo.
• Construcción: el Hempcrate es un material verde muy ecológico muy extendido en como Reino Unido, Holanda y Alemania. La palabra hempcrete es una mezcla de las palabras hemp (cáñamo) y concrete (hormigón), aunque realmente no contiene hormigón. Se trata de un conglomerado de fibras de cáñamo con cemento portland o cal hidráulica que hacen de aglomerante. En primer lugar es un gran aislante y comparable con lana de roca o vidrio. Es un material pesado lo que le confiere inercia térmica,  muy interesante para edificios con estándares de arquitectura bioclimática. Tiene unas propiedades mecánicas ligeramente inferiores al hormigón. Y por último,  es un material de carbono negativo, durante su producción se puede llegar a destruir más dióxido de carbono del que se genera por las particularidades de la planta.
• Medicamentos: las flores del cáñamo industrial no contienen apenas THC, pero sí mucho CBD. Y al igual que el cáñamo es una planta legal aunque se precisan de permisos, los extractos de CBD también son completamente legales. Estudios clínicos lo consideran eficaz para combatir el dolor de la artritis, la fibromialgia, la esclerosis múltiple, las migrañas, la molestia en las articulaciones y en los huesos en general, sin ningún tipo de efecto psicotrópico que se pueda relacionar con la marihuana. Aunque lo ideal sería contar con todos los cannabinoides incluído el THC, las restricciones legales hacen que los aceites y tinturas de CBD sean una opción para cualquier persona de cualquier edad.
• Biomasa: las plantas transforman energía radiante del sol en energía química a través de la fotosíntesis. Parte de esta energía química se almacenada en forma de materia orgánica que se puede recuperar quemándola directamente o transformándola en combustible. Durante la primera mitad del siglo XIX, el único competidor del aceite de ballena como combustible fue el aceite de cáñamo. Fue Henry Ford a pincipios del siglo XX quien se adelantó a su tiempo y aseguraba que el 90% de todos los combustibles fósiles que se estaban usando por entonces deberían ser reemplazados por biomasas como el cáñamo, maíz o papel desechado. Actualmente seguimos usando carbón, aceite y gas natural. El combustible de cáñamo es económico, biodegradable, de bajo impacto ambiental, no es tóxico y no escasea. Si no fuese por los intereses  económicos y los petrodólares que hay detrás del oro negro, hace décadas que estaríamos repostando biocombustibles.

• Alimentos: desde que se conoce el cannabis todas las partes de la planta se ha usado, y las semillas han sido y son una gran fuente alimenticia. Es más, ninguna otra planta se puede comparar, tiene un gran contenido en aminoácidos, aceites y ácidos grasos Omega-3, más incluso que el salmón, además de ácidos Omega-6, siendo un suplemento alimenticio completo, equilibrado y que potencia el sistema inmunológico. Algunos científicos sugieren que las semillas de cáñamo podría ser la solución al hambre en el tercer mundo. Durante dos grandes hambrunas que asolaron Australia en el siglo XIX, la población sobrevivió a base de cáñamo.
• Compuestos para la industria del automóvil: cualquier material plástico o hecho a partir de madera se puede hacer perfectamente con cáñamo, 100% biodegradable y reciclable. El aglomerado que se elabora con cáñamo llega a tener el doble de resistencia que el de madera. Actualmente muchas piezas de los automóviles llevan fibra de cáñamo, desde simples alfombrillas, hasta revestimentos interiores o fundas de asientos. Marcas como BMW, Mercedes, Lotus o Toyota, llevan años usando piezas elaboradas con cáñamo industrial. Y nadie pone en duda la calidad de acabados de estos fabricantes, entre otros muchos.
• Cosmética natural: ya nos ha quedado claro que el aceite de cáñamo es rico en ácidos grasos esenciales, como el ácido linoléico, tiene muchas vitaminas y en concreto vitamina E que aumenta el flujo sanguíneo y reestructura la dermis. También es rico en antioxidantes que luchan contra los radicales libres, responsables del deterioro de la piel. Todo ésto ha valido para que la industria de los cosméticos haya decidido incluir en cáñamo en líneas de productos, como jabones, champús, cremas hidratantes, protectores solares o maquillajes. También se han demostrado eficaces en personas con acné, dermatitis, psoriasis, cicatrices…
• Camas de mascotas y animales de granja: con un poder de absorción de el doble que el serrín o paja, la cañamiza se ha hecho un hueco en los colchones de hamters, cobayas, igualas, cerdos o caballos. En las caballerizas reales de Su Majestad la Reina de Inglaterra se usa exclusivamente este material y en países como Francia o Alemania se impone en los mercados frente a otros productos similares. Durante el proceso de extracción de fibra, aproximadamente se genera el 50% del peso de la planta en cañamiza, que además en esta aplicación llega a alcanzar los 300 euros por tonelada, cuando si terminase en biomasa no rebasaría los 50 euros/tonelada.
• Plásticos: la celulosa es el polímero orgánico más abundante en la Tierra, esencial en las paredes celulares de las plantas y muchas especies de algas. Aunque su uso principal es en la fabricación de papel, también se usa para hacer plásticos entre los que se incluye el celuloide o el celofán. De hecho los primeros plásticos estaban compuestos de materiales orgánicos en lugar de sintéticos. Hoy por hoy los bioplásticos se han vuelto a poner de moda por los beneficios medioambientales. El cáñamo contiene un 65 a 70% de celulosa, la madera alrededor del 40%, el lino del 65 al 75% y el algodón hasta el 90%. Otra vez por su bajo impacto, se impone a otros cultivos. Pepsi y Coca-Cola ya han comenzado a usar botellas de plástico a base de plantas entre las que se encuentra en cáñamo.